Abandonado. Los peritos de Criminalística, en compañía del dueño del auto (de gorra), toman nota del auto Fiat 1.600. El propietario dijo que el vehículo tenía rectificado el motor y en general estaba en perfectas condiciones.

En menos de un mes y medio, una familia de Chimbas recibió dos duros golpes de parte de la delincuencia. Primero fue el robo que sufrieron el Día del Padre, cuando delincuentes entraron a su almacén y se llevaron la caja registradora con dinero y mercadería. Ayer volvieron a atacarlos y se las agarraron con su auto, que fue sustraído de su vivienda y después apareció a 6 kilómetros de allí, quemado y dentro de un desagüe.

‘Le robaron la batería, le prendieron fuego y lo tiraron al zanjón. Esto fue de puro dañinos. Nosotros no tenemos problemas con nadie, pregunten a los vecinos. Trabajamos en el pequeño almacén que tenemos. Y no es la primera vez que esto pasa en el barrio.

Hay tres familias que abandonaron sus casas porque les robaron y los amenazaron’, aseguró Germán Cortez, el dueño de ese Fiat 1.600 que fue hallado incendiado ayer a las 4 en un desagüe en las calles Oro y Necochea, Chimbas.

La familia es del Barrio Conjunto 10, cerca del Parque Industrial, y dice que los robos son una constante en esa zona. ‘El barrio es una boca del lobo. Tenemos que vivir como presos en nuestra casa por miedo a que vuelvan a robarnos’, agregó Brenda Calivar, la pareja de Cortez.

El 18 de junio pasado, ladrones rompieron la puerta de su negocio cuando ellos no estaban. Sustrajeron la caja registradora con 1.000 pesos y numerosa mercadería,
denunciaron.

Lo de ayer fue el colmo. Mientras la familia dormía, desconocidos sacaron empujando su Fiat 1.600 de un pasillo de la casa y se lo llevaron. La última vez que vieron al auto eran las 3 de la mañana. Una hora más tarde, dieron aviso de un auto quemado en Oro y Necochea. Era el Fiat 1.600 de Cortez. Lo único que le robaron fue la batería, aseguró.