La trágica muerte de Aglaé Uma Calvo Carrizo (3 meses) fue el desenlace de una serie de rencillas que viene desde hace 3 años dándose en Rawson y Pocito entre parte de sus parientes y otra familia. Y según la Policía, el problema de fondo entre esas dos bandas es por tener el control de la venta de droga y por ver cuál es la banda con más poder. Por otro lado, los pesquisas investigaban si en realidad la criatura fue usada durante la balacera como escudo humano por uno de sus tíos.
Las fuentes policiales consultadas señalaron que todo se originó hace alrededor de 3 años en el barrio La Estación, Rawson, entre la familia Reyes-Díaz y Pedro Guíñez, su yerno Nery Calvo (padre de la bebé) y otros sujetos, siempre por el mismo problema: tener el control de la venta de estupefacientes. Desde ahí se generaron diferentes enfrentamientos entre ambos sectores, pero el conflicto no terminó allí. Siguió en otros lugares, como en el asentamiento General Mosconi, Pocito.
Con la erradicación de villas, parte de las dos familias fueron trasladadas al barrio Huarpes, Pocito, y allí continuaron enfrentándose. Es más, en la Policía dicen que todas esas peleas desembocaron en denuncias cruzadas en juzgados correccionales, de instrucción y federales.
El trágico final de Uma comenzó a gestarse el viernes en la madrugada en ese barrio pocitano. En la Policía señalaron que esa noche se cruzaron Adrián Carrizo, uno de los hijos de Guíñez y hermano de Antonella, con un joven llamado Roly Díaz, hijo de Sergio Reyes. Producto de esa pelea, Díaz terminó con un balazo en un brazo y fue asistido en el Hospital Rawson, donde dio un nombre falso. Cuando los uniformados lo descubrieron, se fugó del hospital, indicaron.
La bronca quedó y el día siguiente, los Reyes vieron a Carrizo por el barrio y lo persiguieron. Acá es donde la Policía desmiente la versión que dio Antonella Carrizo sobre que ella fue atacada a tiros cuando tenía a su hija en brazos.
Uno de los investigadores señaló que, en base a testimonios de testigos, Roly, su hermano de 17 años, su padre Sergio y otros sujetos persiguieron a Adrián hasta la casa de su hermana. Allí, tomó en sus brazos a su sobrina, como usándola de escudo, e igual le dispararon. Los pesquisas también investigaban otro testimonio que aseguraba que quien era perseguido por los pistoleros era el ‘Cejudo’ Calvo, cuñado de Antonella.
Sea quien sea el que haya tenido a la bebé, una de las balas le dio en la cabeza y la mató. Tras el crimen, los enfrentamientos a tiros entre las bandas siguieron el domingo y varias casas terminaron baleadas. Anoche, al cierre de esta edición, la Policía continuaba con los allanamientos para dar con los autores del crimen.