Nota de TN

Luis Tagliapietra, padre de uno de los 44 submarinistas que murieron en el hundimiento del ARA San Juan a fines de 2017, fue denunciado por violencia de género en la comisaría de la mujer de la localidad bonaerense de Vicente López por su expareja, Bárbara Marcotegui, con quien convivía desde hace dos años.

“Hoy pase el peor momento de mi vida y el cual nunca imaginé que iba a pasar con la persona que decía amarme tanto, no me da vergüenza mostrar cómo me desfiguró la cara, no me da vergüenza decir que es un monstruo, pero no siempre sabemos a quien tenemos al lado y lo peor de uno siempre sale tarde o temprano”, escribió Marcotegui, de 35 años y mamá de un nene de siete, a través de una publicación en las redes sociales que acompañó con una serie de fotos que la muestran lastimada.

En diálogo con Crónica este lunes, la víctima explicó que desde hace por lo menos un año, arrastraba diferencias con Tagliapietra respecto de un tema laboral que los afectaba a ambos, y no lograban ponerse de acuerdo. Este fin de semana volvieron a discutirlo, pero la situación terminó en agresión. “Él toma alcohol y se pone muy violento”, explicó Bárbara.

En medio de la pelea, la joven sostuvo que empezó a buscar un remedio que tenía que tomar y él aprovechó entonces para abalanzarse sobre ella y pegarle con la mano abierta. “Me dio vuelta la cara del golpe y me siguió pegando de un lado y del otro”, relató entre lágrimas. Así, la fue empujando hasta arrinconarla contra la pared. “Mi perrita se metió porque se asustó”, añadió.

Con las marcas de la agresión a flor de piel, Bárbara manifestó que Tagliapietra sabía que ella había sido víctima de violencia de género años atrás, cuando su expareja y padre de su único hijo, la tiró por las escaleras y terminó con siete prótesis en su cuerpo. “Él lo sabía y siempre me decía que nunca me iba a poner una mano encima porque era de poco hombre”, recordó dolida. Pero no solo lo hizo, sino que hasta la amenazó con darle “una patada en la columna”.

También se defendió de las acusaciones que recibió de haberse hecho ella misma las lesiones en el cuerpo: “Ya determinaron que los golpes no fueron autoinflingidos y un médico legista va a certificar la gravedad de las lesiones”. Por otra parte, Bárbara denunció que tras hacer público el caso Tagliapietra amenazó a su mamá y a su hermano“ por haber subido todo a las redes” y aseguró que cuentan con al menos “60 capturas de pantalla” que lo demuestran.

Tras presentar la denuncia, la Fiscal de San Isidro especializada en violencia de género, Laura Zyseskind determinó una perimetral de 200 metros durante los próximos 70 días para que Tagliapietra no pueda acercarse a la víctima, a quien darán además un botón antipánico por su seguridad.

Desde las redes, Bárbara alentó también a otras víctimas para que se animen a denunciar. “Hoy me toca estar de este lado y decir que les van a decir mil veces que las aman, que son su vida, que reaccionaron porque vos los provocaste, es en la primera que tenés que irte, aunque te duela, aunque ames profundo a esa persona, quedarte no es la opción. Personas que dañan a quienes dicen ser sus vidas, a quienes juran respetar, no lastiman, aunque digas algo habrá hecho nadie tiene el derecho, nadie tiene justificación. Cuidado, siempre hay un lobo disfrazado de cordero”, advirtió.

“Yo no le toqué un pelo”

Por su parte, Luis Tagliapietra se presentó espontáneamente ayer por la tarde ante la fiscalía interviniente a declarar, aportó pruebas y pidió las pericias correspondientes para despegarse de las acusaciones. “Yo no le toque un pelo”, afirmó en diálogo con TN.com.ar el abogado y precisó que, entre otros elementos, aportó fotos de sus manos que demuestran que no existió la paliza que denunció su ex.

“Opté por hablar poco y ponerme a disposición de la justicia”, sostuvo Tagliapietra, quien cree que la denuncia fue un plan premeditado entre Marcotegui y su madre para desprestigiarlo.

Al ser consultado sobre las presuntas amenazas que dijo haber recibido la mamá de su expareja tras la viralización del caso, el abogado negó rotundamente haberla intimidado y sostuvo que solamente le envió un mensaje en el que decía: “Muy mal lo que hiciste”. En cambio, él recibió el hermano de Bárbara sí lo amenazó a él de muerte y ese audio es otra de las pruebas que aportó a los investigadores.