El tatuador sanjuanino radicado en La Rioja Patricio Pioli pasó ayer a la cárcel en esa provincia tras ser condenado a 5 años por causar lesiones leves y coacción contra su expareja (difundió imágenes sexuales íntimas), en un caso que se conoce como "sextorsión". Tras el fallo Pioli quedó con prisión domiciliaria, pero un tribunal la revocó.