Inconsistente fue el intento del acusado por despegar del grave delito que le atribuyen.


El changarín de 22 años acusado de violar a una beba de 1 año y 6 meses, hija de su expareja, la tarde del 4 de febrero del año pasado en 25 de Mayo, habló ayer para intentar desligarse: "Estuve en un bar, llegué borracho me acosté y no me acuerdo más", dijo ante el juez José Atenágoras Vega (Sala II, Cámara Penal), su defensor Horacio Merino y la fiscal Leticia Ferrón de Rago, quien le arrancó un dato clave: "La niñita estaba en la cama con la cabeza para los pies y yo me acosté para la cabecera. Llegué como a las 10 de la mañana (del 4 de febrero) y recién me desperté como a las 6 del otro día, pero nadie me dijo nada. Lo que dice T... (madre de la criatura) son mentiras", aseguró. Antes, una tía del sujeto pareció darle una mano, al decir que aquel día le vio "un tajito" a la nena pero aseguró que la madre se negó a llevarla a un centro de salud. La mamá de la beba en cambio dijo que fue amenazada por la familia del sujeto para no llevarla a atender y evitar que lo metan preso. Y que su propia madre la rescató al 5to día, cuando la nena tenía una infección que amenazaba matarla.