Un empleado público conocerá hoy cuántos años de cárcel le impondrá un tribunal por los graves ataques sexuales perpetrados contra su hijastra cuando tenía 15 años. Ayer, los jueces Verónica Chicón, Matías Parrón y Diego Sánz lo declararon culpable de haber violado varias veces a la niña y por haberle causado un grave daño en su salud mental, entre los meses de febrero y mayo pasados. Y lo desligaron de haberla corrompido sexualmente, tal como sostuvo en sus alegatos el fiscal de la UFI Anivi Roberto Mallea y la ayudante fiscal Andrea Insegna.
Hoy, el tribunal definirá otro punto para nada menor en el futuro de ese sujeto, pues en la última audiencia del juicio de cesura (es el desdoblamiento de los
alegatos) escuchará los argumentos de la Fiscalía y la defensa sobre el monto de la pena que debe cumplir el imputado. Mallea ya anticipó que pretende un castigo de 18 años de cárcel. La defensa, que ya fracasó en su intento por desligar con una absolución a su cliente (J.G.N.L. no se le menciona por tener un hijo en común con la madre de la víctima),   hoy solo podrá intentar obtener un castigo menor.
El hecho había sido denunciado el pasado 10 de junio por la madre de la niña, luego de que la menor (entonces de 15 años, hoy tiene 16) le contara lo que le hacía su papá cuando ella salía a trabajar y quedaban solos, porque su hermanito estaba en la escuela. La víctima tenía 5 años cuando su madre comenzó a vivir con el ahora condenado, informaron fuentes judiciales. La investigación encarada entonces por Fiscalía permitió confirmar las sospechas contra ese hombre, que enseguida quedó preso y en los últimos días enfrentó un juicio en el que intentó desligarse. Sin embargo las pruebas, en opinión de Fiscalía y el Tribunal,
complicaron la situación de ese acusado que, de todos modos, pareció conseguir un punto a su favor: luego de que su defensa cuestionara a un perito en psicología
del Anivi, el tribunal ordenó ayer que ese profesional sea investigado en una Fiscalía por el presunto delito de falso testimonio.