‘Fue una batida. A mi hermano lo estaban esperando para asaltarlo, creyendo que venía con dinero’, dijo ayer Roberto Icazati en relación al violento asalto que vivió el lunes por la noche su hermano Jorge -dueño de San Juan Mayorista-, quien recibió un balazo en un brazo por parte de uno de los ladrones que entró a su propiedad de Rivadavia.
El empresario Jorge Icazati ayer se reponía de ese disparo que le atravesó su brazo derecho, a la altura del codo, y de las heridas en el cuero cabelludo producto de los golpes. De los asaltantes, no se sabía nada.
Los ladrones habían entrado por el fondo de su propiedad, en Libertador al 3944 O, casi Cabañas, y se escondieron esperando a que llegara de su trabajo. Cuando él entró al jardín a las 22:15 con su camioneta RAM y descendió, le aparecieron los dos hombres armados. La parte de adelante de la propiedad se conecta con el fondo a través de un gran espacio verde.
‘Los ladrones estaban esperándolo a él.
Nunca entraron a la casa, y eso que adentro estaba mi cuñada y mis dos sobrinas. Si unos minutos antes, las nenas estaban jugando en el trampolín del fondo y por suerte no les hicieron nada’, relató Roberto. Jorge Icazati fue emboscado antes de entrar a la casa. ‘Le dijeron: ‘dame la plata de la mochila’.
Por eso digo que tiene que ser una batida. Creían que traía mucho dinero, pero mi hermano jamás lleva sumas importantes encima’, agregó.
Uno de los delincuentes empezó a pegarle con una pistola 9 mm en la cabeza. Lo golpeó con tal violencia, que se le salió el cargador (fue secuestrado) del arma, comentaron. En ese momento los ladrones agarraron a la empleada, de nombre Patricia, que había salido al fondo. Según Roberto Icazati, Jorge quedó en el piso, mientras que la empleada fue llevada hasta la camioneta para que les entregara la mochila.
En el interior sólo tenía la billetera con un poco de plata, documentos y llaves, explicó. Lo peor vino después. Porque cuando el empresario estaba en el suelo, lo balearon. ‘Dice que hizo un movimiento y le dispararon.
Fue de la nada, no se resistió ni los enfrentó. La empleada me cuenta que sólo se movió un poco y le tiraron por tirar. Menos mal que sólo le pegó en el brazo’, explicó el hermano. Tras el disparo, los asaltantes escaparon.

