El enésimo encuentro para comer un asado entre el albañil Francisco Modesto Ibáñez (46) y su hermano Alberto, no pudo ser la noche del sábado. Y por un hecho que por poco no terminó en una tragedia. Según Marisa Montenegro (40) ambos habían salido en bicicleta cargando a sus hijos mellizos de 6 años (un varón y una nena) rumbo a la casa de Alberto, cuando ella escuchó un estruendo y al volver la vista atrás, quedó helada: su esposo y su pequeño hijo Elías, estaban desparramados en el piso, con bicicleta todo. El niño se había salvado pero Francisco sangraba con sus vísceras afuera, porque el impacto con una escalera de ese camión cuyo conductor siguió de largo, le había provocado un gran corte en el costado izquierdo de su abdomen, además de dejarle una fractura en una de sus muñecas.
‘Yo iba adelante en bicicleta con mi nena y él atrás con el varón, cuando escuché el golpe… no lo podía creer, pero ese sinvergüenza siguió de largo, como si hubiera atropellado a un animal, no puede ser que no haya escuchado nada, se fugó’, dijo ayer Marisa, indignada mientras esperaba con otros familiares la recuperación de su marido, internado en grave estado en el Hospital Rawson.
Todo pasó alrededor de las 21.30 sobre avenida Benavídez, unos 200 metros al Este del cruce con Angualasto, en Santa Lucía. A esa hora, Francisco, su esposa y sus dos hijos más pequeños (tienen otros dos de 21 y 17 años) pedaleaban desde su casa en la Comuna San Miguel, hasta la casa de Alberto.
Desde un principio la familia sospechó quién pudo ser ese camionero. Y ayer al mediodía, los uniformados de la Seccional 29na al mando del subcomisario Hugo Fabián Espinosa, confirmaron esa teoría: el chofer del accidente era Juan Andrés Alvarez (32) quien guiaba un camión Volkswagen 26310 de la empresa Güemes, subcontratista de Energía San Juan, dijeron fuentes policiales. Alvarez -dijeron- reconoció que pasó a la hora del siniestro por el lugar rumbo a su casa en El Mogote (volvía de trabajar), pero dijo que nunca imaginó, porque no escuchó nada, que había atropellado a alguien. Ayer, estaba detenido.

