"Ya vuelvo, voy al baño", le escucharon decir sus amigos a Marcelo Hugo Olivares. El joven jornalero, de 31 años, había pasado la tarde viendo fútbol en el albardonero club Sport Argentino, donde se quedó con sus conocidos incluso hasta terminar de ver, alrededor de las 23 del domingo, otra criticada actuación del River de sus amores contra Atlético, en Tucumán. Nadie sospechaba entonces que esa salida de Marcelo sería la última. Minutos después, todos se sorprenderían, hasta las lágrimas: Marcelo, el mismo con el que habían compartido tantas cosas, yacía en el piso, tendido sobre un charco de sangre, sin vida.
El joven a bordo de su moto Gilera Smash 110cc. había embestido desde atrás a un ciclista en la zona de La Laja, Albardón, y en la caída sufrió la peor de las consecuencias porque no llevaba casco puesto. Todo pasó alrededor de las 23,15 del domingo en calle La Laja, entre Buenos Aires y Kennedy.
A la hora del siniestro Olivares transitaba hacia el Sur y ayer nadie sabía hacia donde iba porque vivía en el barrio Las Lomas, que está a pocas cuadras de su casa, pero en el sentido opuesto al de su circulación.
Lo cierto es que en igual dirección transitaba también un vecino, Agustín De la Vega, de 63 años, quien fue trasladado al hospital Guillermo Rawson luego del violento impacto que destruyó la rueda trasera de su bicicleta. Por suerte, De la Vega apenas sufrió escoriaciones en la espalda y un hombro, y fue dado de alta, pero pasó directo a la comisaría 18va. de Albardón, donde ayer estaba detenido sospechado de homicidio culposo, es decir bajo sospecha de provocar, sin querer, la muerte de Olivares, dijeron fuentes policiales.
Establecer las circunstancias precisas del siniestro esa ahora el punto medular en la investigación policial para conocer las causas del choque. Familiares de Olivares aseguraron ayer que tenían entendido que el ciclista se atravesó en el camino de Marcelo y que por eso no pudo evitarlo.
Sin embargo De la Vega habría dicho que transitaba normalmente y por su mano en bicicleta rumbo a su casa, que sintió un violento impacto desde atrás y que entonces se vio en el piso.
La pérdida de Marcelo, uno de 6 hermanos, es muy dolorosa para sus parientes y quienes lo conocían. "Era muy compañero, muy trabajador igual que su señora… vivían para la nena que tienen (de 4 años) y estaban juntando materiales para hacerse su casa, porque viven en lo de mi mamá (en el barrio Las Lomas). Todo esto es muy desgraciado… ahora no sabemos cómo se lo vamos a decir a la criatura", dijo ayer una de las hermanas del fallecido.

