En apenas un mes, la destacada ciclista Inés Gutiérrez (20) consiguió lo que muy pocos: el último 15 de marzo salió campeona argentina en la modalidad contrarreloj en San Luis; el 7 de abril fue subcampeona panamericana en la especialidad cross country de montain bike en Tucumán; y siete días después, el 14 de abril pasado, se coronó como la mejor argentina en endurance, también en montain bike y otra vez en San Luis.

Ser la más rápida le abrió la posibilidad para el panamericano de ruta que se disputará en México el próximo 1 de mayo. Pero justo cuando entrenaba con ese objetivo, sufrió un violento percance: en el último tramo de su práctica, dos ‘motochorros’ la sorprendieron poniéndosele a la par en la ruta provincial 60, en Marquesado, Rivadavia.

El sujeto que viajaba de acompañante la tomó del cuello, la deportista se resistió y los tres empezaron a zigzaguear por el asfalto. De milagro, Inés pudo mantener la estabilidad sobre el rodado y dejó de resistirse para que los ladrones se llevaran lo que buscaban: su celular.

El caso trascendió ayer pero ocurrió el pasado martes a las 15. Ese día Gutiérrez salió a entrenar hacia el departamento Zonda en una bicicleta de carrera de fibra de carbono que le prestó el subsecretario de Deportes Juan José Chica. ‘Di un par de vueltas por el departamento y alrededor de las 18, pegué la vuelta. En el camino me crucé con un rutero y nos fuimos juntos hasta la estación de servicio de Marquesado. El hombre siguió porque tenía que ir a trabajar y como me quedaban 20 minutos de entrenamiento, encaré hacia el paredón del dique’, señaló la campeona.

Gutiérrez subió el paredón y pegó la vuelta, pero pasando el camping El Pinar la atacaron. ‘Iba como a 45 km/h cuando se me acercó una moto por el costado derecho. Giré y vi a dos tipos con cascos. El de atrás me tomó del cuello y me manoteó el bolsillo trasero de la remera donde llevaba mi teléfono. Con una mano empecé a forcejear con él y nos cruzamos de carril varias veces. Por suerte no venían otros vehículos, sino no sé que hubiera pasado’, comentó Gutiérrez.

Una vez que los ‘motochorros’ obtuvieron el celular, escaparon hacia calle Benavídez. ‘Gracias a Dios no me tiraron de la bicicleta, porque me hubiera quedado sin Panamericano y doy gracias también de que no me robaron el rodado, porque es carísimo’, contó la campeona. Y agregó: ‘esa zona del dique se quedó sin seguridad y lo lamentable es que me quedó un trauma: escucho una moto y creo que me van a venir a robar de nuevo’.