A días que empezaran las vacaciones, ya robaron en una escuela rural de Angaco. Lo más insólito fue que los ladrones entraron a saquear el establecimiento dos veces en el lapso de apenas 3 días. El pasado sábado a la madrugada se llevaron elementos de la dirección, la biblioteca y la cocina, y el lunes último sustrajeron elementos del jardín y del depósito del taller.
El doble ataque delictivo tuvo como blanco a la Escuela Nº17 Juan Eugenio Mallea en la calle Olivera de la localidad El Plumerillo, a 5 km de la villa cabecera del departamento. Los robos no sorprendieron a Wilfredo Clavel (67), el portero casero, quien anteriormente sufrió en carne propia el accionar de los ladrones: la noche el 8 de diciembre del 2012, tres desconocidos lo agarraron a palazos y le robaron 1.800 pesos dentro del predio de la escuela. ‘Esa vez me podrían haber matado. Me salvé, pero casi me dejan sin un ojo. De noche, cuando me voy a dormir, tengo que poner tres palos por dentro para trabar la puerta porque aquí nadie está seguro’, señaló Clavel.
Lo sucedido el fin de semana pasado no fue tan violento porque los ladrones entraron de madrugada, cuando Clavel dormía en la casa que le prestan en costado Sur del establecimiento. El primer robo ocurrió el sábado a la madrugada. Los desconocidos forzaron la puerta de chapa de la cocina, que da al costado Norte, y así entraron al edificio. Llegaron hasta la dirección, de donde sustrajeron una computadora de escritorio. También ingresaron a la biblioteca y se llevaron dos estufas y un reproductor de DVD, contó la portera, de nombre Marta. Y de la cocina robaron 50 platos y 50 juegos de cubiertos, todos de acero inoxidable, que utilizaban para dar de comer a los chicos del colegio.
Cuando los porteros y los docentes creían que lo peor ya había pasado, Wilfredo Clavel se topó con otra sorpresa el lunes a la mañana. Descubrió que habían entrado a robar de nuevo al establecimiento. En esa ocasión, los ladrones fueron por otras cosas. Se llevaron el ventilador de techo de la sala de Nivel Inicial y numerosas herramientas y máquinas del depósito del taller, explicaron. Los porteros señalaron que si bien hicieron la denuncia en la Seccional 20ma en función de las cosas que a primera vista notaron que faltaban, los directivos y docentes del colegio tienen que hacer un inventario para saber exactamente todo lo que robaron.