Un joven pasó un momento insólito e indignante ayer: Entre la 13 y las 14,45 estuvo encerrado en un locutorio en General Acha al Sur de Santa Fe, Capital, porque dos mujeres que atendían el lugar se olvidaron de él. Cuando finalmente le abrieron Mario Ahumada (30 años, foto), aceptó disculpas, sonrió y partió su casa en Pocito porque debía volver al médico.