El cadáver decapitado y totalmente putrefacto de un hombre apareció dentro de una pileta, en el fondo de una vivienda en la que, en marzo pasado, el morador del lugar había sido encontrado sin vida y con la cabeza salvajemente destrozada a hachazos, en un tremendo crimen que se cree fue consumado por integrantes de una peligrosa banda de narcotraficantes.

Ahora, en este nuevo asesinato, que se registró en las islas del Delta del río Paraná, los bomberos de la zona vaciaron la piscina y localizaron a su vez el cráneo de la infortunada víctima -que sería un linyera- atado a un red, en la que habían colocado escombros para facilitar que se hundiera en el agua.

Los voceros del departamento judicial de San Isidro revelaron que el macabro hallazgo, que ocurrió días pasados, aunque se conoció en la jornada de ayer, se produjo en una finca situada en el cruce del arroyo Gambado y el río Luján.

De acuerdo a lo manifestado por los informantes, los servidores públicos rescataron el cuerpo y observaron que la faltaba la cabeza.

A raíz de este motivo, bomberos se vieron obligados a vaciar la pileta, oportunidad en la que encontraron el cráneo del sujeto atado a una red, a la que le habían colocado rocas y también escombros a manera de lastre, para favorecer el hundimiento del cadáver.

Se cree que el individuo era un linyera que no tenía domicilio fijo y que vivía habitualmente a bordo de una canoa.

Habitantes del lugar aseguraron que el ciruja no tenía familiares y que, por este motivo, no había denuncias por averiguación de paradero radicadas ante la Justicia.

Preventivamente el expediente se caratuló "Averiguación de causales de muerte".

Bestial antecedente

En el primero de los casos, la infortunada víctima fue identificada como César Raúl Quiroga, de 55 años, a quien los vecinos conocían con los apodos de Vikingo y Wolf.

Quiroga fue salvajemente asesinado y su cuerpo había sido localizado en la terraza de la mencionada vivienda por los efectivos policiales y de la Prefectura Naval Argentina (PNA).

Trascendió que, en aquel momento, el occiso, que fue localizado boca abajo y en un gran charco de sangre, presentaba la cabeza destrozada a hachazos.

Gracias a los diferentes procedimientos realizados por los servidores públicos del citado destacamento y de la Dirección de Seguridad de Islas de la policía provincial, se concretó un allanamiento en una vivienda ubicada en la unión de los arroyos Gambado y Fulminante, oportunidad en la que se apresó a dos individuos, de 42 y 40 años, que están sindicados como responsables del asesinato. En poder de los involucrados en el crimen del Vikingo y al revisar la casa en la que residían, los policías incautaron 104 plantas de Cannabis sativa, un revólver 38 largo y municiones del mencionado calibre.

Mientras tanto, el arma blanca utilizada en el crimen del morador de la vivienda no fue encontrada en los operativos.

Versiones aportadas por los vecinos del lugar sostienen que el Vikingo había amenazado al ciruja y, por tal motivo, no se descarta que haya matado al linyera para después cortarle la cabeza y arrojar tanto el cuerpo del individuo como el cráneo al interior de la pileta, aunque tampoco se descartan otras hipótesis.

Fuente: Crónica