Un gendarme y su familia fueron blanco de otro de los típicos robos con la modalidad de ‘escruche’. Ladrones se metieron a su casa cuando no había nadie y, tras romper un tragaluz, se llevaron algunos objetos.

Lo grave fue que, entre esas cosas, se llevaron la pistola 9 milímetros con un cargador del suboficial, que les provee la fuerza; además de dinero y una consola de juegos, señalaron fuentes del caso.

Este ‘escruche’, modalidad que se caracteriza por la rotura de algún acceso y por el ataque a inmuebles en las que no hay nadie, se produjo en la manzana C del barrio 17 de Octubre, en Chimbas, informaron en la Policía. Allí vive el sargento Rubén Calle, de Gendarmería Nacional, señalaron las fuentes.

De acuerdo a lo que trascendió, el suboficial señaló a la Policía que salió de su casa el lunes alrededor de las 15.30. Y que más tarde, a las 17.30, su mujer y el resto de la familia también se marcharon, de modo que no quedó nadie en la vivienda hasta pasadas las 22, momento en que regresaron y se encontraron con el robo.

Si bien la casa tiene rejas en todo el frente, los ladrones se las ingeniaron para trepar por algún lugar y accedieron al techo. Ahí rompieron el tragaluz del baño, que no tenía rejas, y por medio de esa abertura ingresaron a la vivienda, explicó un investigador. Las fuentes explicaron que revisaron todo, pero sólo robaron la pistola 9mm marca Bersa con el cargador del gendarme, 3.900 pesos y una consola de juego Play Station.

Lo que sospechan es que él o los autores del robo eran jovencitos o alguien muy delgado, dado que entró por un hueco muy angosto. También creen que andaban a pie, caso contrario se hubiese llevados más artefactos u otras cosas del domicilio.

Como siempre pasa, los vecinos no vieron nada extraño en la vivienda. Ahora lo que más preocupaba a la Policía es que esa potente arma de fuego está en poder de delincuentes y puede ser utilizada en nuevos hechos delictivos, dijeron.