Delincuentes entraron a robar en la casa de un pastor en la ciudad de Bahía Blanca y, además de llevarse dinero y objetos de valor, le comieron los fideos que habían sobrado del almuerzo.

Los delincuentes destrozaron la puerta de la casa, ubicada en la avenida Colón al 2200, y antes de irse con todo lo robado decidieron comerse los fideos que había guardado en la heladera.
"Hasta comieron restos del almuerzo, unos tallarines que estaban guardados en la heladera", confesó José Hernández en declaraciones a laBrújula 24.
Los ladrones se llevaron un equipo de música, valuado en 20 mil pesos, un teléfono celular, una garrafa y cuatro mil pesos en efectivo.