Dos ladrones no tuvieron piedad con un anciano ciego de 81 años que vive solo y lo atacaron ayer a la mañana a golpes, incluso le pegaron con un trozo de cemento en el rostro, en su casa en Guanacache para robarle su jubilación. El abuelo trató de defenderse y lo dejaron ensangrentado. Lo único que pudieron robarle fue una radio.
Rodolfo Valerio Mayorga, un jubilado soltero que perdió la vista a los 50 años, anoche continuaba internado en el Hospital Ventura Lloveras de Sarmiento. La doctora Analía Ríos Fernández aseguró que ‘presenta una herida cortante en la nariz, con fractura de tabique nasal y politraumatismo. Tiene diversas lesiones en la cabeza y hasta en las piernas. Me cuenta que uno de los ladrones se ensañó y le pegó por todo el cuerpo. Ahora él esta estable y fuera de peligro’.
El anciano permanecerá internado hasta el lunes a raíz de la pesadilla que vivió ayer a las 6 en su casa en calle San Luis, en Guanacache, Sarmiento. Ya se había levantado y se disponía a tomar mate, cuando escuchó la estampida en la entrada de su casa. ‘Le destrozaron la puerta, si se salió el marco y el cemento de la pared. Entraron a la fuerza, sabiendo que estaba solo’, relató su sobrino Rufino Mayorga, quien agregó que los ladrones tomaron por el cuello al abuelo no vidente y empezaron a pegarle, mientras le gritaban insistentemente que entregara la plata.
‘Mi tío me contó que trató de defenderse como pudo, pero seguían golpeándolo. Uno de los asaltantes le pegó en la cara con un pedazo de cemento de la pared’, agregó Rufino. Los ladrones alcanzaron a revisar parte de la casa, pero no encontraron dinero y sólo pudieron robar una radio. Es que los gritos del anciano, pidiendo ayuda, despertó a los vecinos y eso obligó a los dos ladrones a darse a la fuga.
Los familiares de Mayorga relataron que desde hace tiempo vienen notando que le sustraen ropa y mercadería de su casa. Como consecuencia de ésto es que le cobran su jubilación, le hacen las compras y le dan la plata de a poco. Sobre los ladrones, se sospechan que son dos mendocinos que se instalaron en un viejo caserón de la zona. Éstos desaparecieron, pues los policías de la Subcomisaría de Los Berros fueron al lugar varias después del hecho y ya no los encontraron.