La jueza de Garantías, Celia Maldonado, ordenó ayer dejar preventivamente encerrado por un mes a un estudiante universitario mendocino de 23 años, mientras el fiscal Duilio Ejarque y la ayudante fiscal Daniela Pringles (UFI Anivi), confirman o no que violó a una jovencita cuando tenía 16 años y haberla sometido otras veces cuando estaba embarazada.

Esa versión dio la madre de la chica en una denuncia que realizó en el Anivi el pasado 25 de marzo, un mes después de la separación de su hija con el ahora sospechoso, y ya con un hijo en común que había nacido en diciembre último.

El defensor del imputado (R.L.O.), Nicolás Gómez Camozzi, negó la existencia de delitos sexuales y, en todo caso, aseguró que pudo existir una maniobra más atenuada en la pena, la que contempla el artículo 120 del Código Penal: el aprovechamiento de la inmadurez sexual de la jovencita. También anticipó que podría pedir un problema de competencia, porque los hechos habrían ocurrido en Mendoza.

Un punto clave será la declaración de la menor ante un psicólogo. Ahí podrá confirmar, o no, lo que dijo su madre. Según la mujer, en enero de 2021, el sospechoso llegó de visita con sus padres a su casa y durmió en la misma habitación que su hija adolescente. Días después la chica fue a visitar parientes en esa provincia y fue a la casa de los padres del detenido. Esa vez -relató- el imputado la llamó con la excusa de jugar en la computadora, pero cuando entró le tapó la boca y la violó.

Lo que sigue en el relato es polémico, porque la chica no dijo en principio que había sufrido un ataque sexual y habló cuando estaba embarazada. Después, el propio imputado viajó a San Juan, asumió la paternidad y convivió con la menor, en Mendoza y también en San Juan, aunque fue en la vecina provincia donde la sometió otras veces mientras estaba embarazada y como condición para darle las cosas que necesitaba.