A eso de las nueve de la noche del sábado partió con sus cinco chicos de entre 10 y 2 años hacia la casa de su hermana. La intención era divertirse en el cumpleaños de uno de sus sobrinos, pero la noche le tenía reservada una sorpresa: instantes después de llegar a destino, un mensaje de audio casi la tumbó de espaldas, pues le avisaban que su casa estaba en llamas. Micaela Arévalo (27 años) sabía que no debía aguardar esperanzas sobre el destino de sus cosas, porque un incendio en una casa prefabricada de madera como la que habitaba, no prometía resultados alentadores.
Y así fue. Todo lo que había en esos dos dormitorios y la cocina comedor se perdió por completo.
‘Es muy lamentable quedar sin casa ni nada con 5 chicos pequeños. No sé lo que voy a hacer ahora, mi hermana me está permitiendo quedarme, pero tiene su familia y yo necesito un techo para mis hijos (una nena de 10 años y otra de 2, y tres varones de 8, 6 y 4 años)’, dijo la joven, quebrada.
Una heladera, dos televisores, un lavarropas, una cocina, tres camas, una mesa, sillas, dos roperos, toda la ropa y el calzado de la familia consumió ese incendio, que alteró a todos sus vecinos por la magnitud de las llamas.
Todo pasó alrededor de las 22,30 del sábado en esa casa que la expareja de la joven construyó en los fondos de un terreno de la familia del padre de sus hijos en la calle Neuquén al 527, en la Villa San Damián, Rawson.
Según la mujer, la casa era pequeña y por eso ella dormía con todos sus hijos en uno de los dormitorios. El otro lo usaba para tener la heladera y otros muebles.
¿Qué inició las llamas? Según Micaela Arévalo, los Bomberos le dijeron que todo pasó por un cortocircuito en la zona donde tenía la heladera. Y nadie pudo hacer nada a causa de la alta combustibilidad de la madera y las demás cosas que había en la vivienda.