Otra vez, el edificio de los juzgados federales, en Capital, fue escenario de un robo escandaloso: en noviembre de 2011, un empleado de la Secretaría Penal Nº5 cayó acusado de haber sustraído al menos 10 kg de drogas, entre marihuana y cocaína, y más de 20.000 pesos que estaban vinculados a distintas causas por narcotráfico (ver aparte). Y ayer, Mónica Ferro, la encargada de la oficina de la obra social del Poder Judicial de la Nación, situada en el Juzgado Federal Nº1, explicó que descubrió la sustracción de 22.000 pesos que tenía guardados en un mueble.

La oficina donde ocurrió el hurto está en el segundo piso, en el ala Norte del edificio ubicado en calle Entre Ríos, entre Mitre e Ignacio de la Roza, en pleno microcentro capitalino. Ferro comentó que el hecho habría ocurrido entre las 13 del viernes de la semana pasada y la madrugada del último martes. Y agregó que en esa oficina sólo trabajan ella y su compañero Guido Petrignani, quien en esos días estaba de viaje fuera de la provincia.

El último martes fue cuando la mujer descubrió el robo. ‘Llegué a las 7, abrí un mueble donde estaba la plata y mi equipo de mate y hasta ahí no noté nada extraño’, comentó Ferro.

Alrededor de las 9.30 fue cuando la encargada de la obra social descubrió el hurto cuando quiso sacar dinero para darle vuelto a un afiliado. ‘El dinero estaba en ese mueble y pertenecía a la recaudación de agosto de la obra social. De inmediato, hice la denuncia en la fiscalía del doctor Francisco Maldonado, quien ordenó a Gendarmería investigar el caso’, señaló la encargada.

Lo llamativo del ataque es que tanto la puerta de la oficina como la cerradura del mueble donde estaba el dinero no estaban violentados, lo que indica que quien lo sustrajo tenía copia de las llaves. Por lo bajo, en el edificio de calle Entre Ríos hubo críticas de algunos empleados a la seguridad interna, ya que consideraron que no mejoró nada desde el último robo.