A sólo de 12 días de que asumieran las nuevas autoridades del Servicio Penitenciario Provincial, ya tuvieron su primera fuga en la cárcel. El evadido no fue un famoso ni un peligroso delincuente, sino un reo que hace menos de un mes que estaba detenido en esa unidad y que sin utilizar violencia salió caminando en medio de la visita por los propios portones del Penal. La osada maniobra aún así no fue del todo completa porque una hora y media después un grupo de la Brigada de Investigaciones de la Policía recapturó al fugitivo en inmediaciones de la Terminal de Ómnibus.

El interno que fugó, por poco tiempo, el sábado último fue Diego Emanuel Alcanis (29) que tiene una causa penal (no está procesado ni condenado) en el Tercer Juzgado de Instrucción por delito contra la integridad sexual, amenazas, lesiones y hurto, señalaron en la Policía. Según las fuentes, su ex mujer lo denunció el 29 de noviembre y lo hizo meter preso porque el hombre se puso de novio con la hija de ésta, de 17 años. De hecho, esa relación entre el reo y la jovencita aparentemente continúa, ya que al momento de la captura Alcanis iba acompañado por la menor, embarazada de 5 meses, explicaron los investigadores.

Tras la visita
Alcanis estaba alojado en el pabellón 10 del Sector II desde el 1 de diciembre pasado. La Policía informó que el sábado último fue día de visita y el reo recibió a su hermana y a su madre. Terminada la visita a las 18, todos comenzaron a salir. Se supone que ese momento fue aprovechado por Alcanis que mezclarse entre la gente. Fuentes penitenciarias indicaron que, como es un preso recientemente ingresado, los guardiacárceles no lo reconocieron.

La versión que tienen en la Seccional 30ra, que investiga el caso, es que Alcanis salió caminando y burló dos retenes sin que nadie lo detectara, y así es como ganó la avenida Benavídez. Otra versión proveniente del Penal, no confirmada oficialmente por sus autoridades, es que atravesó caminando uno de esos controles y después saltó por un portón lateral de la entrada principal del Sector II. Lo que no se sabe es si tuvo ayuda de alguien y si luego huyó en colectivo, remís o un vehículo particular.

A las 19, la Central de Policía recibió el avisó de la fuga. De inmediato, una patrulla policial de Robos y Hurtos de la Brigada se fue a la casa de Alcanis en el callejón Monla, Pocito, pero al llegar descubrió que éste había pasado por ahí y ya no estaba. Para entonces, el oficial Ramón Céspedes y el cabo Carlos Muñoz (también de Robos y Hurtos) estaban vigilando en cercanías de la Terminal de Ómnibus suponiendo que el fugado podía intentar tomar un micro para escapar de la provincia. La sospecha fue acertada, dado que a las 19.30 vieron a Diego Alcanis junto a su novia en calle Santa Fe, entre Pueyrredón y Avellaneda. El prófugo corrió algo de 100 metros, pero igual lo atraparon. La jovencita llevaba 750 pesos para poder comprar pasajes, dijeron.