Una anciana de 85 años, de apellido Quintar, se llevó una gran susto cuando regresó ayer a las 20 a su casa de Alem 64 Norte, Capital, y encontró la vivienda con 4 puertas forzadas y la alarma sonando. Al parecer, los ladrones no pudieron robar nada porque se asustaron con la alarma, dijo el hijo de la mujer.