Un automovilista terminó hospitalizado luego de protagonizar un peligroso accidente ayer en Capital. El hombre viajaba a bordo de su auto por calle Pedro de Valdivia cuando, supuestamente, una motociclista que viajaba por otra arteria dobló como venía en la esquina y lo obligó a realizar una riesgosa maniobra, explicaron las fuentes. Pero el brusco volantazo hizo que el auto se cruzara de carril y terminara estrellándose contra el frente de una vivienda. Luego, el conductor herido fue trasladado al Hospital Rawson, informaron en la policía.
El choque ocurrió alrededor de las 9.30 de ayer en el cruce de calle Pedro de Valdivia y José Martí, en Capital. A esa hora, Darío Peña (22) dormía en una casa de Pedro de Valdivia al 1908 cuando un tremendo estruendo lo despertó, contó el muchacho.
Cuando el joven salió a la puerta se encontró con una escena impresionante: un auto en la vereda, con su frente destrozado y la pared con rejas de la vivienda, destruida. Y adentro del rodado, el conductor golpeado y aturdido, comentó Peña.
El chofer herido era Carlos Amante (62), quien conducía un Chevrolet Meriva hacia el Oeste por Pedro de Valdivia, dijeron en la policía. Aparentemente, una mujer a bordo de una moto circulaba al Sur por José Martí y dobló como venía hacia el Oeste por Valdivia, señalaron las fuentes. Amante, al ver a la motociclista, dio un volantazo hacia su izquierda para no atropellarla. Pero esa maniobra desesperada hizo que el hombre terminara estrellándose contra el frente de la casa donde descansaba Peña, contó el muchacho. Al ver tamaña escena, la motociclista se detuvo a un costado de la calle porque sufrió una crisis nerviosa, agregó Peña.
Tras el accidente, Amante fue trasladado al Hospital Rawson. Allí diagnosticaron que el hombre había sufrido un fuerte traumatismo de cráneo y en el pecho, pero ninguna de esas lesiones ponían en riesgo su vida, informaron en la policía.
“Realmente fue una desgracia con suerte, porque en la vereda casi siempre suele haber gente sentada o parada esperando que pase el colectivo. Menos mal que mi mamá que suele limpiar la vereda a esa hora, tampoco estaba”, dijo agradecido Peña.

