Un chico de siete años quedó en medio de un grave caso de violencia de género durante la madrugada del domingo. Fue en el barrio General Paz, en Santiago del Estero. La música a alto volumen y los gritos lo despertaron abruptamente mientras dormía junto a su mamá.

Todo empezó con la llegada de su padre poco después de la medianoche. El hombre estaba borracho y fue a buscar a su mujer para exigirle que tuviera relaciones sexuales. Ella quiso negarse, cansada de su actitud y porque sus dos hijos estaban al lado, pero él reaccionó peor.

En medio de la discusión, el agresor tomó un cuchillo de carnicero y le apoyó el filo en la garganta a su pareja. “Ya estoy cansado, los voy a matar a todos”, amenazó antes de abrir la garrafa de gas y cortar la manguera con el arma blanca, pese al llanto desesperado de ella.

La hija menor del matrimonio no se despertó pero su hermano apareció de repente de pie delante de su padre y le rogó: “No la pegues más, estoy cansado, me quiero morir”. Segundos después, según publicó el portal Nuevo Diario, se puso las ojotas y fue el primero en salir a la calle para pedir ayuda.

Mientras tanto la madre levantaba a su otra hija de la cama para escapar. Antes de que lo consiguiera, el sujeto la golpeó con fuerza en la cabeza. Desestabilizada por la sorpresa y con la nena en brazos, la víctima forcejeó y corrió hasta la casa de una vecina, desde donde llamó a la policía.

De acuerdo a la declaración de la víctima, no fue la primera vez que sufre los maltratos de su esposo. De hecho la última vez que lo denunció la Justicia le ofreció un botón antipánico que no pudo activar porque no tiene celular.

La causa recayó en la representante de la Unidad de Violencia de Género e Intrafamiliar del Ministerio Público Fiscal, Norma Matach, quien ordenó la inmediata detención del agresor.

Fuente: TN