Gustavo Horacio Calderón fue condenado en 2011 a sólo 10 años de prisión por el femicidio de Fernanda Toledo. En 2017 salió en libertad condicional, y ahora es juzgado por haber violado a la hija en Tupungato, Mendoza.

Calderón mató a Fernanda brutalmente: la ahorcó frente a sus hijos. Por éste, fue condenado en un fallo polémico por homicidio simple. En ese entonces todavía no existía la figura de femicidio -que contempla una pena de prisión perpetua-. La sentencia tampoco pudo contemplar el agravamiento "por el vínculo" porque la antigua ley solamente aceptaba esa figura jurídica para parejas legalmente casadas.

En 2017 le otorgaron la libertad condicional y se fue a vivir con su novia a la casa de su hija, de una relación previa a Fernanda. El hombre la habría violado y los gritos de la mujer fueron escuchados por los vecinos. Tras una denuncia de la joven, Calderón fue detenido nuevamente.

La fiscal de Violencia de Género Mónica Fernández Poblet lo imputó por "abuso sexual agravado por el vínculo" y pidió 15 años de prisión. Para la defensa, mantenían relaciones consentidas y solicitó la absolución.

La joven es su segunda declaración aseguró que no fue un abuso pero durante la investigación se probó que el ADN de Calderón estaba impregnado en la ropa de la víctima y que ésta tenía lesiones en los brazos y en la cara.

Fuente: Minuto Uno