La fachada de la casa sugería otra cosa: un taller comunitario, un lugar donde practicar la solidaridad. La presencia de un cartel alusivo en el ingreso a la vivienda parecía justificar la presencia de numerosas personas que concurrían a diario al lugar. Pero dos semanas atrás, los policías de Leyes Especiales empezaron a investigar el singular movimiento de gente y entonces se toparon con una sorpresa: tal taller no era más que una fachada. Adentro, se ejercía una actividad muy distinta y prohibida por el Código de Faltas: la explotación de la credulidad pública, es decir el hecho de hacer plata con la fe de la gente, la que busca soluciones a los eternos problemas de amor, salud, dinero y otros fines no tan benignos.

No fue la única sorpresa que se llevaron: el principal sospechoso de generar la nutrida concurrencia de público era un ex policía, anoche sólo identificado por su apellido, Cabello, dijeron fuentes de la investigación.

Ayer a las 18, efectivos encabezados por la jefa de Leyes Especiales, la oficial inspector Carolina Vera, llegaron a la casa de Cabello y sorprendieron a 11 personas en el interior de la casa del sospechoso en Charcas, metros al Sur del cruce con calle Oro, en Chimbas. Otras nueve cayeron luego desde varios puntos del Gran San Juan porque tenían turno.

El hombre -dijeron- atendía, mientras su esposa, de apellido Gordillo, se encargaba de organizar la clientela y cobrar: se habla de unos 20 pesos por consulta y mucho más por trabajos especiales.

Al cabo del allanamiento, que terminó alrededor de las 21, los policías secuestraron velas, saumerios, imágenes religiosas, cuadernos con anotaciones, libros de magia y cerca de 100 fotografías de personas, dijeron las fuentes.