Un hombre murió ayer en circunstancias dudosas en 9 de Julio y se investiga si fue asesinado por una mujer que lo acompañaba en un auto, quien fue detenida pese a que dijo que el fallecido se autoagredió con un cuchillo. No obstante, la propia familia de la víctima admitió que su teoría es que se trató de un suicidio. Lo concreto es que, hasta anoche, en la UFI Delitos Especiales no se animaban a descartar ninguna posibilidad respecto a la muerte de José Marcelo Amarfil, quien tenía 46 años, vivía en Capital y era profesor de Educación Física.

Para despejar mejor todas las dudas y agregar mayor transparencia a la autopsia y valor al informe final, los fiscales Adrián Riveros y Francisco Pizarro dispusieron que el cadáver sea examinado por tres forenses. Se espera que hoy, con sus evaluaciones más los resultados preliminares de las pericias realizadas en la escena, se llegue a una hipótesis firme y se determine la situación procesal de la sospechosa, llamada Luciana Bustos Sánchez (33).

Escena dantesca. El interior del Ford Fiesta quedó bañado en sangre, mientras que un gran charco había junto al cuerpo, que quedó a un costado del vehículo, sobre el pavimento. El cuchillo fue hallado en el piso del acompañante.

"Yo creo que ha sido un suicidio porque ella -Bustos Sánchez- era como de la familia. Ellos eran muy amigos y no creo que ella lo haya matado", señaló ayer a este diario Graciela Amarfil, hermana del fallecido. "Hace un mes y medio falleció nuestra madre y mi hermano era muy aferrado a ella. Tengo entendido que le había expresado a ‘Luchi’ que no podía seguir sin su madre", reveló. Y agregó: "Ella -Bustos Sánchez- me llamó desesperada y me dijo que mi hermano se había matado, que había tenido un brote psicótico. Yo creo que ella no tuvo nada que ver".

Todo ocurrió alrededor de las 2 de la mañana de ayer. Un policía que patrullaba en moto por la zona de Las Chacritas advirtió que a un costado de calle Pellegrini, entre Solís y Santiago del Estero, estaba detenido un Ford Fiesta. Al arrimarse se encontró con una mujer, Bustos Sánchez, quien estaba sin remera, descalza y con manchas rojas en sus manos. En evidente estado de nerviosismo, le dijo que su amigo, Marcelo Amarfil, había tenido un brote psicótico, se había quitado la ropa y había comenzado a darse cuchillazos en el cuello hasta matarse.

El auto tenía la puerta del lado del conductor abierta, y sobre la calzada, al costado del rodado, se encontraba el cuerpo del profesor, con heridas cortopunzantes en el cuello, la mejilla derecha y la mano izquierda. Desde ese momento Bustos Sánchez quedó demorada. Tenía una mordedura en el brazo derecho y manchas de sangre en diversas partes de su cuerpo. En tanto, el cuchillo fue encontrado adentro del auto, en el piso del acompañante.