No era el mejor momento. La falta de trabajo, la crisis con su novia y un problema de salud de su madre, ya lo tenían a mal traer a Pablo. Encima, como si el destino se hubiese ensañado con él, cuando decide ir a distraerse un poco al corso del pueblo el domingo a la noche, le prenden fuego a su casa. Alguien fue a su rancho y le quemó todo lo que tenía este humilde obrero rural de Angaco.

No quedó nada de la casa de adobe y caña de Pablo Ferreyra, en calle Plumerillo sin número, al Este de calle Nacional. "Lo dejaron con una mano atrás y otra adelante", describió Mirta Ferreyra, la hermana. Ni su documento se salvó. Perdió la ropa, el televisor, un ropero, la cama y el juego de sillas y mesa. El fuego no dio tregua. Hasta la perra, sus tres cachorros y dos gatos murieron carbonizados al terminar atrapados entre las llamas.

Pablo, de 26 años, vivía solo en ese rancho. Su hermana Mirta contó que el muchacho "ya andaba bajoneado" porque no encuentra trabajo. Últimamente discutía seguido con su novia, y además, lo tenía preocupado la salud de su madre.

Pese a los problemas, Pablo quiso despejar su mente al menos un rato yendo al corso en la villa cabecera de Angaco. Ahí estuvo hasta la medianoche del domingo, sin imaginarse lo que estaba pasando en su vivienda. Cecilia Ferreyra, una prima suya que vive frente al rancho de Pablo, contó que ella dormía en su casa cuando escuchó risas en la calle. "Después, veía luces por la ventana. Me asomé a mirar pensando que era un auto, pero era fuego. Ya se estaba quemando la casa de mi primo", explicó la mujer. Llamó urgente a la policía y también a la hermana de Pablo para avisarle de la desgracia. Minutos más tarde, el obrero rural fue localizado en medio del desfile. La cara se le desfiguró. Desesperado, regresó en bicicleta hasta su casa, pero de nada sirvió. El fuego había agarrado todo. El cuñado contó que Pablo se paró a un costado, y vencido, se puso a llorar mientras miraba cómo se quemaba el rancho. Una dotación del Departamento Bomberos, a cargo del oficial Daniel Domínguez, llegó luego a apagar el siniestro. Los policías constataron que el incendio no fue originado por un cortocircuito ni por otra causa accidental. El fuego aparentemente vino de afuera, fue intencional. Los Ferreyra no saben de quién sospechar, pero Mirta aseguró que podría ser alguien que "intenta separar a su hermano de la novia".