Se despidió de su mujer normalmente. Andaba de buen humor. Lo único que le preocupaba era conseguir una receta. Nada preocupante, además iba al dentista, a sólo 4 cuadras de su casa en Caucete. Afuera se saludó con uno de sus choferes y un albañil, y hasta le dijo a uno de ellos que si podía pasaba por el café. En efecto, después vio al odontólogo y se retiró como a las 20:30 del consultorio, pero lo curioso es que no fue a la confitería ni regresó a casa y, lo que es peor, nadie más lo volvió a ver. Andaba a pie, sus vehículos están en su casa.

Eso fue el viernes pasado y desde entonces nada se sabe del caucetero Adolfo Ramón Ruiz. El misterio ronda sobre la desaparición de este empleado público de 51 años y dueño de una pequeña empresa de transporte que es buscado por policías de la Seccional 9na., el Geras y Bomberos. Su familia sospecha que fue atacado por ladrones y hasta teme lo peor.

Todo es extraño. Justo ayer, Adolfo Ruiz cumplía los 51 años y no dio señales. Tampoco fue al trabajo, debía presentarse a las 8 a la delegación de la Dirección de Arquitectura en Caucete. Si bien hace poco le detectaron diabetes, no corría riesgo y menos por otra afección. Problemas de dinero no tenía: además de su sueldo de empleado, tiene su propia empresa con una flota de 3 camiones y otros tres vehículos más. La relación con su esposa y sus dos hijos es muy buena, y para nada lo vieron deprimido por algún motivo, dijeron sus parientes. Se habló de una supuesta amante, pero por ese lado no surgieron pistas.

"Descartamos que se haya ido por propia voluntad o con otra mujer. Nos lo hubiera dicho. Y si andaba con amigos, ya estaría de vuelta", señaló su hermano Carlos. "Habla poco y es reservado, pero sabemos que no tiene deudas ni problemas con nadie. Pensamos lo peor: que lo asaltaron, lo llevaron a algún lado y lo dejaron por ahí después de pegarle. A lo mejor creyeron que tiene mucha plata", especuló su hijo mayor, Adolfo.

Toda la familia hace vigilia en la casa de Adolfo Ramón Ruiz, en la manzana B del Sector IV del Barrio Felipe Cobas de Caucete, desde que se perdió. La última persona que lo vio fue ese dentista de calle Juan José Bustos, cerca de su casa, dijeron en la policía. En sus bolsillos sólo llevaba algo de plata -no más de 200 pesos, creen-, una anotación para una receta y su DNI. Su tarjeta de caja de ahorro quedó en casa y, por lo que averiguó su familia, no retiró plata del banco. No sacó ni ropa: salió con un jeans azul, una remera azul con rayas blancas y zapatillas negras. Anoche, la policía de Caucete al mando del subcomisario Antonio Pastrán continuaba buscando a Ruíz y no descartaba ninguna hipótesis.