‘Acá hay que empezar de nuevo, hay unos 150.000 pesos en pérdidas’, dijo Saúl González Gordillo, sobrino de Félix Rodolfo (78) y José Gilberto Gordillo (72) los dueños del local siniestrado, ubicado en San Juan al 966.
Según González Gordillo, el siniestro se originó por uno de los avisperos que su tío intentó derribar con papeles de diario encendidos en ese depósito, antes de irse a hacer otra cosa. ‘Parece que un avispero quedó entre los cables y se produjo un cortocircuito’, estimó el hombre.
Lo cierto es que alrededor de las 15,30 de ayer, las llamas se propagaron implacables por la mercadería y el techo de cañas y palos de esa suerte de pequeño galpón de unos 10 metros de largo por 8 de ancho, en el que los Gordillo almacenaban cientos de cuadros, ruedas, repuestos y accesorios para bicicletas.
Todo eso se perdió, además de dos compresores, agujereadoras de banco, un horno de pintura y pinturas para bicicletas, como también artículos de bazar, librería y ferretería, precisó el sobrino de los Gordillo.
El fuego fue combatido por los vecinos con el agua que tuvieron a mano, hasta que llegaron los bomberos y evitaron que se extendiera a la casa de los damnificados, pegada al negocio.

