La irrupción de esos dos asaltantes, ya había dejado paralizada a la mujer. El temor se acrecentó con el revólver apuntándole, mientras la tiraban al piso. Los desconocidos a esa altura tenían controlada la situación en esa farmacia en Trinidad, pero el atraco se les fue de las manos cuando la dueña del negocio corrió a la puerta y trató de escapar en el momento en que dos chicas pasaban por la vereda. Hubo un fuerte forcejeo y los delincuentes no se anduvieron con vueltas. Le pusieron el cañón del arma en la nuca a su víctima y le gatillaron. O no tenía balas o el revólver no funcionaba, lo cierto es que nunca salió el disparo y la propietaria del local apenas sufrió un corte en el cuero cabelludo producto de la violencia con que le apoyaron el caño.

Fueron minutos de tensión los que vivió ayer al mediodía Lila Peña (45) en su farmacia que lleva el nombre de Madre Teresa, en la esquina de Rawson y 12 de Octubre en Villa Carolina, en Trinidad, Capital. Los ladrones al final se llevaron 2.000 pesos y un celular, pero le hicieron pasar un mal rato a la mujer.

Eran las 12,45. El cadete de la farmacia no estaba y la mujer ya se alistaba para cerrar el local. De un instante a otro, dos sujetos entraron apresurados y ahí mismo ella se dio cuenta que eran asaltantes. Uno de los desconocidos la encañonó con un revólver, mientras daban la vuelta por los mostradores para rodearla y le largaban la famosa frase: ‘dame la plata, …la plata‘.

‘Uno me apuntaba y el otro me hizo tirar al piso. Le dije que la plata estaba en la caja. Cuando revisaban las cosas, me levanté y fui a la puerta para salir. Pero me agarraron de atrás. Yo me sujeté de las manijas y ellos me tironeaban para que la soltara. En eso aparecieron dos chicas que vieron lo que pasaba y salieron corriendo para pedir ayuda. Ahí sentí que me pusieron el caño del arma en la cabeza y escuché que gatillaron. Parece que no tenía balas, porque el disparo no salió‘, relató sorprendida Peña. El delincuente aparentemente le apoyó con tanta fuerza el revólver, que le causó un pequeño corte en la nuca a la mujer.

Las dos jovencitas después volvieron, según la víctima. Entonces, los asaltantes decidieron emprender la fuga. Ya habían tomado los 2.000 pesos de la recaudación y el celular de Peña, de modo que ganaron la vereda y treparon a una moto 110cc. para escapar por lateral de avenida Circunvalación al Este. Más tarde, a la propietaria de la farmacia le tuvieron que hacer puntos de sutura.