La actriz Georgina Barbarossa (foto), asaltada el pasado fin de semana cuando cenaba con amigos en una quinta de Mar del Plata, expresó ayer su indignación por la situación que vive el país en la cual -dijo- "nadie se ocupa de dar trabajo y educación, y sólo dan plata" para tratar de resolver la crisis social. En el 2001, Barbarossa sufrió el asesinato durante un asalto de su esposo, Miguel Lecuna, ratificó que quiere quedarse en Argentina aunque consideró que el país "ya es Colombia".
La actriz contó públicamente que durante el asalto perpetrado el sábado a la noche durante una cena con cinco amigos en una quinta de Mar del Plata, las víctimas "sólo rezábamos para que no nos hicieran nada". Barbarossa indicó que eran dos delincuentes encapuchados, de entre 25 y 30 años, y que uno estaba armado con un revólver y el otro con un ladrillo.
Un ladrón la reconoció, le pidió disculpas y le dijo: "Qué querés, tenemos que comer", a lo que ella contestó: "Entonces llevate la carne".
La actriz afirmó que "por suerte" no ejercieron violencia contra sus amigos, a quienes maniataron, y que al parecer los ladrones no estaban drogados, por lo que antes de huir se llevaron dinero y pertenencias.
"Yo había dicho cuando mataron a mi marido que no quería que mi país se convirtiera en Colombia, pero ya es Colombia", y aseguró que tanto los ladrones como las personas que atacan "somos víctimas de un sistema perverso".