Otra vez una polémica involucra a Julián Gil, el exintendente caucetero. Ahora, es una denuncia por el presunto abuso sexual simple contra una menor, hermana de una joven que habría sido su amante. Escuetamente, el viernes pasado la madre de esa chica se presentó en el Anivi y dijo que un día de octubre (sería el 20) Gil coincidió con su hija en un lugar, le tocó la cola y luego le ofreció dinero para que no dijera nada.

Tras conocer esa acusación, el abogado de Gil, Federico Petrignani, presentó en el Quinto Juzgado de Instrucción un pedido para que no se lo detenga, en caso de ser indagado, dijeron fuentes judiciales.

La versión de la niña en el Anivi es clave para la investigación.

Paralelamente, por las redes sociales, el exmandatario comunal realizó su defensa pública. Sin dudar, apuntó a un excolaborador suyo en la gestión municipal de Caucete, preso desde el 5 de noviembre pasado sospechado de violar, corromper y prostituir a su hija. Esta joven es media hermana, por parte de padre, de la chica que en los próximos días ratificaría en el Anivi la denuncia de su madre contra Gil.

Lo llamativo del caso es que ese hombre ya detenido, en su momento también le atribuyó a Gil estar detrás de la denuncia que hoy lo tiene preso, pues su hija era la presunta amante del exintendente.

En un texto que se le atribuye a Gil y que ayer circuló por las redes sociales, el exjefe comunal adjudicó la "autoría intelectual" de la denuncia a ese excolaborador suyo.

"Es increíble hasta dónde llegan las maniobras políticas y en este caso aliadas a un delincuente, un violador que está preso. Le ordenó a su hija para que me denuncie, pobre niña ni siquiera me conoce", figura en un tramo del texto.

Y agrega: "Esto es una terrible injusticia y la Justicia no puede permitir estas falsedades (...) Este es otro abuso que el G.O. comete ahora con otra hija, ensuciándola y mandándola a mentir contra una persona inocente. Sí creo en la Justicia y sí creo en la Justicia divina", consta en un breve texto.

Tras conocer la denuncia, la fiscal Claudia Salica le pidió al juez Benedicto Correa que produzca una serie de pruebas, entre las que se incluye el testimonio de la menor en audiencia videograbada en el centro Anivi. Y además le requirió al magistrado que le prohíba al exfuncionario acercarse la jovencita, que ahora tiene 17 años pero cuando ocurrió el supuesto hecho tenía 16.

La declaración de la menor en el Anivi será clave para que los psicólogos determinen si el relato de la niña es verosímil o no. Si concluyen que no miente, Gil debería ser indagado.