El martes a la noche la casa del barrio Costa Sur, en Cipolletti, era pura celebración. Pío Ibáñez Benegas se había reunido con su familia para celebrar la independencia chilena. Las mismas cuatro paredes fueron escenario más tarde de un ataque brutal e inesperado, del cual el hombre de 53 años no tuvo siquiera la oportunidad de defenderse.

Lo mató su propio hijo, golpeándolo en la cabeza con un fierro. Después el joven fue solo hasta la comisaría a entregarse. "Me mandé una cagada", admitió cuando llegó ante la policía. Sin embargo, su papá no habría sido su única víctima.

La sospecha de los investigadores es que además intentó abusar sexualmente de su madrastra, quien todavía no pudo declarar porque se encuentra hospitalizada en estado de shock. El asesino quedó detenido y a disposición de la fiscalía de Delitos Contra las Personas.

El barrio está atravesado por la conmoción desde que se conoció la noticia. Es que Ibáñez Benegas y su mujer atendían desde hace tiempo la despensa de la zona y eran muy conocidos por sus vecinos.