Las inmediaciones de la casa de Trinidad de Guido Delfor Iribarren fueron un desfilar de curiosos y de gente que lo apreciaba al poeta de las diagonales que encontró la muerte este viernes en un incendio.
La llegada de familiares, amigos y conocidos se fue dando ni bien la noticia corrió como reguero de pólvora dada la magnitud de personaje que perdió de forma trágica la vida.
Una de las personas que se acercó visiblemente quebrada fue una de sus hijas, Erica Iribarren. Llorando y sólo para cumplir con la requisitoria periodística, alcanzó a comentar una cosa: "Estamos viviendo una tragedia".

