Víctima. El ginecólogo Daniel Casermeiro fue ejecutado de un disparo en la nuca. Estuvo una semana desaparecido, hasta que fue hallado asesinado.

La Policía secuestró en San Juan una camioneta que podría tener vinculación con el crimen del ginecólogo cordobés Daniel Casermeiro (61). Es una Volkswagen Amarok negra doble cabina propiedad de la familia de Gerardo Gette (57), el principal y único sospechoso que tiene el asesinato. La misma fue hallada este jueves por los pesquisas en un domicilio de Desamparados, en Capital. Lo que se investiga es si ese vehículo en algún momento fue utilizado por el presunto asesino para cometer el crimen. La Volkswagen Amarok habría llegado a San Juan por medio de Leonel Gette, hijo del sospechoso. "La camioneta se secuestró estando en poder de su hijo, quien ya tenía programado un viaje a San Juan para visitar a una familiar y eso fue algo rutinario", explicó al respecto el abogado Fernando Martini a El Periódico de San Francisco. El defensor de los Gette además dejó en claro que "no citaron al hijo de Gerardo y la hipótesis que tiene la investigación no lo relaciona en ningún aspecto".

Casermeiro fue hallado asesinado el 26 de diciembre pasado en el departamento cordobés de San Justo, luego de permanecer una semana desaparecido. Fue ejecutado de un tiro en la nuca "a traición" y en un acto de "cobardía", había dicho el fiscal Bernardo Alberione. El cadáver estaba en avanzado estado de descomposición, por lo que los pesquisas presumían que el crimen fue cometido el mismo día de su desaparición, el 19 de diciembre.

Horas más tarde se dispuso la detención de Gette, un conocido del médico y uno de los últimos que lo vio con vida. La relación entre ambos fue confirmada por el propio detenido en Facebook, cuando escribió un mensaje en el que se desligaba de la desaparición de la víctima, a quien calificó como su "amigo", y denunciaba "falta de seriedad" en la información periodística que lo involucraba en el caso cuando aún no estaba imputado.

Padre e hijo, Gerardo y Leonel Gette. El mayor es el principal sospechoso del crimen, mientras que su hijo fue el que vino a San Juan en la Amarok.

El cuerpo del ginecólogo fue encontrado entre pastizales al costado de la Ruta A10, en la misma a zona donde cuatro días antes había sido hallado su auto BMW cupé blanco. Casermeiro había sido visto por última vez cuando se retiró del Sanatorio Argentino de San Francisco. Ese día tenía previsto realizar una operación inmobiliaria, para la cual había retirado de un banco lingotes de oro, joyas, $800.000 y algunos dólares, lo que fue encontrado intacto en su auto.

Ayer Gette fue trasladado a los Tribunales de San Francisco y solamente negó los hechos que se le imputan (homicidio calificado). El fiscal Alberione dijo que hay varios elementos que avalan la imputación y detención, como pruebas documentales, testimoniales, cámaras de seguridad y seguimientos telefónicos que lo colocan "en un grado de participación que ameritó su situación". La pista que sigue el fiscal es una supuesta relación de negocios entre Gette y la víctima. El detenido y Casermeiro integraron una sociedad de servicios agropecuarios de la que también participaba el entonces suegro de Gette, de apellido Fenoglio. En 2006 adquirieron una balanza ubicada en la ruta provincial 1, a la altura del kilómetro 7, a pocos metros de donde fue encontrado el cuerpo del médico. Según La Nación, surgieron diferencias en torno a la forma en que Gette administraba el negocio, su suegro se retiró de la sociedad y los socios acordaron adjudicarle la balanza. Gette se opuso y el conflicto terminó en los tribunales. En 2009, Fenoglio acudió a la Justicia para que su exyerno le devolviera la balanza. Pero Gette se la había transferido a Casermeiro y su esposa junto con el predio donde está la misma. Esto derivó en una causa judicial y Gette fue declarado autor de los delitos de "defraudación por retención indebida" y "estelionato", y fue condenado a penas de cumplimiento condicional. Además, se resolvió que la balanza debía quedar en poder de Casermerio, porque la había comprado de "buena fe".