La gota que rebalsó el vaso: ayer, minutos antes de las 7, un colectivero de la "línea 20 CGT" de la empresa "Albardón", empezaba su recorrido por los barrios Los Cardos, Necochea y Villa Paula (todos situados al costado Sur de Centenario, al Este de ruta 40, Chimbas) cuando un chico empezó a golpear ansioso la puerta de ingreso. El chofer se había detenido y al abrir fue tomado del cuello y amenazado con un arma (no se sabe si revólver o cuchillo) que lo obligó a no resistirse y entregar lo que tenía: 130 pesos de su propiedad, su celular y las monedas para dar vuelto. Cuando el caso se conoció en la empresa, surgió una decisión irrevocable: suspender el servicio en esos barrios, porque el de ayer fue uno más de numerosos ataques de delincuentes que sufren en esos conflictivos complejos habitacionales.
"La extensión de la línea 20 CGT que pasa por los barrios Los Cardos, Necochea y Villa Paula será suspendida por tiempo indeterminado hasta que alguien nos brinde las garantías necesarias para poder circular por esos sectores", dijo Jorge Garcés, gerente de la empresa.
Y agregó: "Lo lamento por los vecinos de esas zonas, pero nosotros fuimos claros con las uniones vecinales de esos barrios con los que pactamos que mientras cuidaran el servicio, ingresaríamos. Como eso no se cumplió, decidimos suspender los recorridos porque no podemos arriesgarnos a que un chofer o pasajero salga lastimado".
Para tomar esa decisión jugaron también un papel clave otros dos casos de inseguridad en micros de la misma empresa: el robo a mano armada que frustró un policía el domingo en la noche en Benavides y Días, Chimbas, y el parabrisas roto de una pedrada en la misma zona dos horas después de ese intento de asalto.
¿Qué dijeron al respecto en la Dirección de Tránsito y Transporte?. Que de acuerdo a la licitación, la empresa está obligada a recorrer esas zonas, pero también se mostraron compresivos con la conflictiva situación. José Luis Gambina, subdirector de la Dirección de Tránsito y Transporte, aseguró que esperaban una comunicación formal de la empresa sobre la decisión de no entrar a esos barrios para tratar de solucionar el problema, dando garantías a los colectiveros y a la gente. Una entrevista con autoridades municipales y policiales -según Gambina- figuran en la agenda inmediata de gestiones para saber como salir del paso, sin perjudicar a nadie.