Sobre las 22 del lunes Gonzalo se contactó por enésima vez por teléfono con su mujer Gabriela y le comentó que había comenzado a llover. Después, como siempre que viajaba, cruzaron mensajes hasta las 22,40: lo último que recibió Gabriela fue que pensaba llegar a eso de las 4 de ayer con la carga de bobinas de papel que llevaba de Mendoza a Buenos Aires en un camión Scania de la firma Barceló. A partir de esa hora hubo un silencio que rompió en la peor de las explicaciones, cuando Gabriela supo que su amado Gonzalo había muerto al no poder evitar el choque con el acoplado que se desprendió de un camión VW guiado por otro sanjuanino identificado como Héctor Alejandro Barceló (volvía a San Juan), en el km 265 de la ruta nacional 7, en Junín, Buenos Aires.

Tenía 29 años Gonzalo González y vivía en el barrio Casú, en 25 de Mayo. Era padre de cuatro chicos: dos de 9 y 6 años nacidos de una relación anterior, y otros dos de 2 años y un bebé de 6 meses que le había dado una joven muy especial su vida, la pocitana Gabriela Paredes (26); con ella pensaba casarse apenas volviera de Buenos Aires, el próximo viernes.

Quebrada por la terrible pérdida, Gabriela alcanzó a contar a este diario que Gonzalo había salido el último domingo a la noche con una carga desde San Juan a Mendoza. Que en esa provincia cargó unas bobinas de papel para llevarlas a Buenos Aires. Y que planeaba volver entre miércoles y jueves para ultimar detalles de esa boda, que tenía pensada como algo sencillo: por civil y sólo para los más íntimos.

Por eso el gran dolor de la familia por la pérdida de ese joven que era muy conocido en el centro de 25 de Mayo, que gustaba de salir al campo a caballo y no se perdía baile con Gabriela la vez que su trabajo se lo permitía, porque su vida, desde hace 7 años, era un constante ir y venir por las rutas del país.

El accidente que le costó la vida a Gonzalo ocurrió alrededor de las 23,10 del lunes. Y según la Policía, todo pasó por ese acoplado que se desprendió del otro camión y se le fue encima, cuando la zona era azotada por la lluvia.