Tenía 15 años, era la segunda de seis hermanos y en su escuela era considera "muy buena alumna". Se llamaba Rocío del Valle Ormeño y era una chica como tantas, hasta ayer, su último día. Minutos después de las 13, su enésimo viaje rumbo a clases tuvo un fin trágico. Porque iba en moto, porque iba sin casco (igual que su acompañante de 16 años, su novio) porque ella conducía. Porque al intentar doblar perdió el control y se estrelló contra un colectivo, con resultados muy desgraciados: luego del impacto fue a parar bajo las ruedas traseras y murió en el acto, aplastada. El otro chico, se salvó de milagro.

Todo pasó alrededor de las 13.20 de ayer en Sargento Cabral y prolongación Segundo B. Aguiar, detrás del predio del Híper Libertad, en Capital. Según la policía, el colectivero, Jorge Perona (27) dijo que sólo sintió el impacto, frenó y al toparse con el terrible cuadro ordenó bajar a los numerosos pasajeros que esa hora viajaban en el interno 63 de la línea 33 de la empresa "Albardón", varios de los cuales se estremecieron al ver la sangrienta y espeluznante escena.

¿Cómo ocurrió el hecho? Hasta lo que pudieron reconstruir los policías de la comisaría 26ta. al mando del subcomisario Diego Rocha, era la jovencita quien conducía la moto Honda 110cc. propiedad del padre de su novio por Segundo Aguiar al Sur. También supieron que ambos intentaron doblar hacia el Oeste por Sargento Cabral cuando por alguna circunstancia la chica se estrelló contra el costado delantero izquierdo del colectivo, que circulaba en sentido contrario. "El micro venía despacio, recién había salido por Las Heras (situada a pocos metros de Sargento Cabral)", dijeron los vecinos.

"¡¿Quién me la mató, quien me la mató?!", fueron los gritos desgarradores que le escucharon al padre de Rocío, destruido por la pérdida. Quebrada por el dolor, la abuela de la víctima, Elina Agüero, explicó que hacía poco que la familia de su nieta se había mudado a una casa en un predio con una cancha de fútbol pegado al Lote 40, por calle Colón unos 100 metros al Sur de Benavides, en Capital.

"Era muy buena alumna", precisó en el lugar del siniestro Marta Ferrari de Fernández, directora de la Escuela de Comercio General Manuel Belgrano. Allí, Rocío concurría al cuarto año, cuarta división, en la especialidad Economía y Gestión de Organizaciones, según Ferrari de Fernández.

"De acuerdo a los testimonios recabados era la joven fallecida la que manejaba la moto, acompañada por su novio, ambos sin casco. Y se trata de establecer en qué circunstancias y por qué razón chocaron contra el colectivo", dijo ayer el subcomisario Rocha.

Un dato sí estaba claro para los policías: la víctima no debería haber manejado. Y por varias razones, como el hecho de ni siquiera contar con la edad suficiente para tener la licencia de conducir motos: por ley, se otorga, condicionada, a partir de los 16 años.