La versión de la familia Carrizo Vera es que alrededor de las 2 del martes, dos sujetos en una moto pararon frente a la ventana del local que alquilan desde hace 5 años en Mendoza 859 Norte (entre Juan Jufré y Cereceto, en Concepción, Capital) para romperles el vidrio de una ventana con una piedra. Y que otros dos, en otra moto, llegaron desde atrás para lanzar por el agujero abierto por sus cómplices, algún elemento con fuego que les dejó graves daños: ‘perdimos unos 500 pares de zapatillas, además de una mesa de TV, una cocina y otros muebles. Solo en eso tenemos pérdidas por al menos $30.000, pero el perjuicio es mayor si debemos incluir los gastos por reparación en albañilería, pintura y electricidad y esa es plata que no tenemos’, dijo Dora Vera, dueña de ese local de venta de ropa, calzado y compraventa de muebles usados que le ayuda a mantener junto a su marido, Walter Carrizo, a sus cinco hijos adolescentes y a un nene de 8 años.
¿Por qué el atentado? ‘Eso es algo que no entiendo, no tenemos problemas con nadie. Espero que con la ayuda de Dios podamos salir de esto. Menos mal que hubo gente buena que nos ayudó en ese momento y que los Bomberos llegaron en el acto, porque sino hubiera sido un desastre’, dijo Dora.

