Dora Aciar miraba su novela preferida cuando escuchó, alrededor de las 15.30 de ayer, el resquebrajeo típico de las maderas en llamas. "Ahí en el fondo se está quemando algo", dijo la anciana a sus familiares. Cuando fueron a ver, las lenguas de fuego ganaban una altura que impresionó a todos. Cuando llegaron bomberos al mando del oficial Néstor Riveros y los voluntarios de Santa Lucía, controlaron que el fuego no se extendiera a casas vecinas porque se había perdido todo lo que había en una suerte de sala principal con divisiones de madera. Precisamente la madera del techo y las paredes alimentaron el fuego y destruyeron también una cocina, una heladera, un televisor y cosas en desuso, porque en esa casa de Nueva España al 394 Sur, en el barrio Santo Tomás, Santa Lucía, no habitaba nadie desde hace 10 meses. Según los vecinos, el lugar era frecuentado noche y día por desconocidos. Y como no tenía luz ni gas, la principal hipótesis policial es que alguien le prendió fuego.
Incendiaron una vivienda

