‘Parece que entraron y largaron algo prendido ahí adentro’, afirmó María Andrés. Es que la mujer contó que como a las 8.30 se levantó para ir al baño y no vio humo ni notó nada raro. Además, en ese lugar no tenían artefactos encendidos y la instalación eléctrica estaba en condiciones, remarcó. Sin embargo, media hora más tarde su marido y ella se despertaron por un ruido extraño y por el humo que salía del comedor, que ya estaba en llamas. El siniestro ocurrió ayer en la mañana y, aunque se quemó una sola dependencia de esa casa de Pocito, hubo pérdidas de consideración: dos motos, electrodomésticos y muebles.

Eran alrededor de las 9 de la mañana cuando María Andrés y su marido, el mecánico Carlos Vedia, fueron sorprendidos por ese incendio en el interior de su domicilio en la calle Mendoza, entre 11 y 12, en Villa Aberastain. ‘Menos mal que estábamos nosotros, porque si los chicos estaban solos iban a seguir durmiendo y a lo mejor no se daban cuenta que la casa se quemando. Tuvimos suerte y salimos rápido, pero lo que más me duele es que el incendio fue intencional‘, señaló la mujer.

Según la señora, los policías de Bomberos dijeron que no existió ninguna falla eléctrica. El incendio tuvo otro origen. Los Vedia aseguraron que no dejaron nada encendido, por eso sospechan que alguien prendió fuego en el comedor. La casa es una vieja construcción, cuyas dependencias no están comunicadas entre sí, sino que sus puertas dan a una galería interna y al patio. ‘Aquí en la finca, no ponemos llave a las puertas. Las dejamos casi abiertas. Pensamos que a lo mejor cualquier se pudo meter‘, explicó el dueño de casa. Lo curioso es que la perra no ladró, pues dijeron que suele ponerse inquieta con los extraños.

La sospecha del incendio intencional está. El matrimonio y sus tres hijos salieron de sus piezas y trataron de apagar el fuego en el comedor, pero no pudieron. Las llamas destruyeron una moto nueva Guerrero 110cc. y alcanzó a dañar ciclomotor Juki. También quemó un televisor, una heladera, dos máquinas de tejer, dos aparadores y sillas. Después llegó una dotación de Bomberos que evitó que el fuego se propagara al resto de la casa.