La fría madrugada parecía una más en la vida de Carlos Pizarro (40), que recién tomaba su turno laboral en la estación de servicio ayer, alrededor de las 6,30. Sin embargo su jornada se iniciaría con una situación increíble y de gran tensión, porque cuando se aprestaba a cobrar los $100 que dos sujetos le habían pedido cargar de combustible a un Volkswagen Bora azul oscuro, uno de ellos sacó un arma de sus ropas y le apuntó desde el interior del vehículo sin decir palabra. No hizo falta explicar nada. Pizarro se frenó en seco y en el acto escondió la mano que había tendido para recibir el dinero.

Y enseguida los sujetos aceleraron con un chirrido por el cemento del local y desparramando ripio, antes de meterse a la Ruta Nacional 40 a toda velocidad rumbo al Sur.

El increíble episodio ocurrió en la estación de servicio ‘Oil’ situada en el costado Oeste de la ruta 40, unos 200 metros al Sur del cruce con Calle 9, en Pocito.

‘En 11 años que llevo trabajando acá nunca me pasó, es la primera vez en mi vida que me apuntan con un arma. Me llamó la atención porque andaban en un auto del que no suponés que te harían algo así y además por el importe’, dijo.

Carrizo explicó que por la sorpresa del momento y la velocidad de los ladrones, no pudo individualizar la chapa patente del vehículo. ‘Diga que no iba nadie en ese momento por la ruta, porque como salieron podría haber pasado cualquier cosa’, dijo.