Un joven a elevada velocidad por una zona urbana, el auto que realiza un peligroso zigzagueo por la calle en presencia de varios testigos y un final que a más de uno se le cruzó por cabeza aquella mañana del 26 de agosto pasado: el mismo conductor se cruzó de carril, alcanzó a chocar a una camioneta estacionada, se metió a una vereda, atropelló a una estudiante y terminó su descontrolada carrera contra la pared de un comercio en Rivadavia. Ese mismo día María Celeste Archerito (19 años) perdió la vida. Ese mismo día, se detectó que el conductor de ese VW Gol, Gustavo Fabián Cortez (24 años) conducía alcoholizado (tenía 1,36 gramos de alcohol por litro de sangre). Y ayer, luego de las investigaciones de rigor, la titular del Tercer Juzgado Correccional, Mónica Lucero, resolvió procesar a Cortez por homicidio culposo (matar sin intención), embargar sus bienes por 60.000 pesos e inhabilitarlo preventivamente durante un año para conducir vehículos, con una prórroga extraordinaria de 6 meses más si acaso no llega a ser enjuiciado antes del año, dijeron fuentes judiciales.
Esta última medida no tiene precedentes en la provincia y lo constató este diario luego de consultar en los restantes cuatro juzgados correccionales. Un antecedente similar intentó aplicar la misma juez con otro automovilista, Gustavo Adolfo Durán, condenado a 4 años de cumplimiento efectivo (algo inédito también) por chocar y matar (en hechos distintos) a dos motociclistas.
Aquella vez la juez quiso inhabilitar a Durán para conducir mientras esperaba el segundo juicio por homicidio culposo, pero un tribunal superior entendió que era como aplicar una pena anticipada y revocó la medida. Ahora la juez insiste con la decisión, pero ya respaldada por una modificación en el Código Procesal Provincial, contemplada en el artículo 362. La decisión de la juez aún no está firme.
"Es constitucional la inhabilitación preventiva para conducir vehículos dada la comprobada violación al deber de cuidado, pues si como medida cautelar se puede privar de la libertad personal durante el proceso o restringir anticipadamente la libre disponibilidad del patrimonio, también el legislador puede cercenar el derecho a la conducción de un vehículo", afirma la juez citando un fallo sobre el caso.
Todo pasó a las 10,20 del 26 de agosto en Comandante Cabot, entre Sucre y San Luis, Villa Santa Anita. A esa hora María Celeste Archerito iba a estudiar cuando la chocaron de frente. Su muerte fue una pérdida muy dolorosa, tanto, que las calles provinciales se llenaron de afiches pidiendo justicia por su caso (ayer hubo críticas en Tribunales a la actuación del abogado de la víctima). La joven era profesora de declamación y arte escénico, también estudiaba contabilidad, administración de empresas y trabajaba en una veterinaria. Todo eso quedó en nada aquella nefasta mañana de agosto.