Este martes, inició el juicio contra Miguel Ángel Aramayo (29) por trata de personas, ya que compró a una joven cuando tenía 14 años y la trajo a San Juan. En la comunidad gitana, este tipo de maniobras son consideradas comunes pero según el Código Penal es un delito y puede afrontar una pena de 10 a 15 años de prisión.

"Tenemos que considerar que no sólo hubo trata de personas sino que hubo concurso de delitos, ya que se le cambió la identidad a víctima y a los menores. Nos encontramos con graves violaciones a los derechos humanos", expresó el fiscal Francisco Maldonado.

El fiscal aseguró que no están en contra de las tradiciones de las colectividades pero "tampoco se puede permitir que vayan en contra del Código Penal. "Ellos consiguieron una partida de nacimiento trucha y acudieron al Registro Civil para colocarle el apellido a los bebés de esa persona y no el apellido verdadero de la madre", resaltó.

El hecho

Los delitos que le atribuyen a Aramayo (su padre también estaba acusado pero falleció) fueron denunciados por la madre de la niña el 6 de enero de 2017. La mujer llegó desde Entre Ríos cuando la menor, por entonces de 17 años, se escapó hasta un vecino, que le prestó internet y pudo pedir ayuda, porque hasta entonces no tenía teléfono, era controlada en exceso, castigada y anulada en su rol materno por la familia de su pareja, según la acusación.

En su defensa, Aramayo dijo que la niña siempre tuvo libertad para todo y que el DNI trucho también fue una maniobra perpetrada por ella.