Once de la noche del viernes. Recorrida y control de rutina del Comando Radioeléctrico en Centenario y ruta nacional 40, Chimbas. Dos sujetos en una moto 110cc. de apariencia esquelética, sin carcaza, viajan hacia el Norte por la ruta pero no pasan del cruce. Apenas los paran no disimulan sus nervios, los revisan y se descubre que uno de ellos tenía un envoltorio con dos trozos de marihuana (unos 50 gramos). Se piden refuerzos, la intervención de Drogas Ilegales y mientras tanto se comienza a labrar el acta de rigor en la que, por ley, se debe tener sí o sí la presencia de dos testigos. Entonces los uniformados al mando del oficial subinspector Nelson Otarola, pararon a los dos primeros motociclistas que pasaban, también en dirección al Norte: dos sujetos a bordo de una Motomel 110cc. que se incomodaron tanto con la intervención policial, que obligaron a los uniformados a requisarlos y a toparse con el primer hecho insólito de la noche: los candidatos a atestiguar tenían más droga que los primeros en ser detenidos: uno cayó con 100 gramos de marihuana y su cómplice con 52 de cocaína, dijeron fuentes policiales.
La ineludible obligación legal de encontrar testigos llevó a los policías a intentar parar a otros dos motociclistas que circulaban por Centenario. Pero allí se produjo el segundo hecho de no creer: ambos sujetos esquivaron los móviles y huyeron por un lateral de la ruta al Norte, previo a lanzar un bulto al piso. Cayeron presos y en la inspección del lugar se descubrió que lo que habían tirado era un revólver calibre 22, al que supuestamente el golpe le hizo volar el tambor.
Hecho insólito III: el tercer par interceptado pudo atestiguar, aunque uno de ellos había estado preso en el penal de Chimbas, cosa que obligó a los uniformados a conseguir otros dos testigos, por las dudas, dijeron en la policía.
En la policía identificaron a los primeros sospechosos detenidos como José Alberto Aracena (19 años, con 50 gramos de marihuana) y Sebastián Ramón Guajardo (25). A quienes iban a ser testigos y terminaron presos Rodrigo Muñoz (18, 100 gramos de marihuana), y un chico de 17 años con 52 gramos de cocaína (todos de Albardón). Y a quienes arrojaron el revolver desarmado como Gerardo Herrera y Lucas Alaniz, ambos de Chimbas.