Los ‘motochorros’ también cometen asaltos en las zonas rurales. Lo vivió en carne propia un obrero minero que el sábado a la noche regresaba de ver a su novia y fue emboscado por dos delincuentes que a punta de revólver le quisieron robar la moto en una calle oscura de Angaco. Los sujetos se le pusieron a la par en otro rodado y, como la víctima emprendió la fuga, le largaron un tiro que le pegó en el brazo izquierdo.
El blanco del ataque fue Juan Angel Pastén, un soldador de 23 años que trabaja como ayudante en una empresa de la mina Veladero y que vive en el distrito El Bosque, en ese departamento. El disparo le atravesó el brazo izquierdo, pero no le tocó el hueso, comentó aliviado el joven.
El hecho se registró alrededor de las 23 del sábado. A esa hora, Pastén volvía de visitar a su novia en el distrito Pie de Palo. ‘Venía medio tomado porque un rato antes había estado con unos amigos. Ya volvía a mi casa a dormir’, explicó. Él transitaba solo en su Motomel enduro 150cc por calle San Isidro hacia el Oeste, cuando vio salir desde un callejón a dos sujetos arriba de una moto, los que de inmediato se pusieron a la par. ‘¡Parate, parate y largá la moto!‘, me gritaron. Yo no me detuve. Y el que iba atrás me manoteó para agarrarme, pero yo seguí y aceleré. Con el ruido de la acelerada, más el casco que tenía puesto, ni escuché el disparo. Salí a toda velocidad y no me pudieron alcanzar’, explicó el joven. El joven dobló por calle El Bosque y llegó hasta un barrio, para intentar pedir ayuda. Entonces vio que los sujetos habían desaparecido. Ahí mismo también sintió que tenía mojado el brazo y, cuando se miró, observó la herida de bala. El joven fue asistido en el microhospital del departamento Angaco y después fue derivado al Hospital Rawson, donde mediante las placas confirmaron que no tenía daños en el hueso.

