El dueño de la finca de Cochagual Sur, Sarmiento, donde el martes murió un chico de 14 años por una descarga eléctrica, fue detenido y ahora podría quedar complicado por un homicidio. La sospecha es que electrificó su propiedad para evitar que ingresasen a robarle, porque días atrás había sufrido un robo, dijeron fuentes policiales y judiciales.

La principal hipótesis es que Lautaro Miranda murió al apoyarse o tocar una ventana de una vieja casa abandonada donde, al parecer, jugaba con su hermanito de 9 años que se salvó por poco, pues intentó salvar al mayor pero salió despedido.

Al saber de la muerte del chico, el dueño de la propiedad, Alberto Castillo (45), llegó hasta el lugar y habría retirado un cable, que sería la principal evidencia de que puertas y ventanas del rancho estaban electrificadas.

Si se confirma que Castillo puso electricidad a propósito, podrían imputarle un homicidio con dolo eventual, es decir por representarse que podía matar con esa acción pero despreocupándose por ese resultado.