Los propietarios de una de las dos joyerías allanadas el jueves en pleno microcentro por su presunta vinculación a los delincuentes que roban en casas de familia, quedaron más complicados ayer porque la mayoría de las joyas que les secuestraron al no poder justificar de dónde las sacaron, fueron reconocidas como robadas. Según la Policía, dos anillos, cadenitas, un prendedor y aros de oro, más unas pulseras de plata incautados en la joyería de Laprida al 23 Este, fueron reconocidos por la ex directora del Registro Civil, María del Carmen Vega, como las que le fueron robadas con unos $20.000 de su casa del barrio Vesta, Rivadavia, entre las 22 del 24 y las 3.30 del 25 de diciembre últimos. Además, otra familia víctima de un robo similar reconoció como suya otra cadenita secuestrada de ese local.