Paulo Hernández, alias "Pelado López", ratificó ayer ante el juez Raúl José Iglesias que besó y manoseó a una joven vecina contra su voluntad y que está dispuesto a ser condenado.

Eran como las nueve de la noche del 27 de enero de 2016, cuando los vecinos se cruzaron detrás del barrio chimbero en el que viven, en la calle Vidable, a la que da una de las paredes de la fábrica Clorox. El "Pelado López" volvía de jugar a la quiniela, su vecina, una chica que tenía 17 años, regresaba también de un fallido intento de encontrarse con una amiga. Él preguntó si andaba sola y se ofreció a acompañarla. Ella alcanzó a decirle que volvía a su casa cuando él la tomó de su mano derecha y a la fuerza se la llevó contra la pared de la fábrica. Allí la besó y la manoseó, hasta que la chica pudo zafar. Entre lágrimas, shockeada, llegó a la casa de un amigo y les contó lo que le había pasado. En instantes varios acompañaron a su casa a la chica, que pudo decirle todo a su madre y hasta tuvo su revancha: cuando ambas enfilaban hacia la comisaría para denunciar, se cruzaron con el "Pelado López" y la jovencita le dio una trompada en el rostro.

En ese momento la cosa se puso fea para el supuesto abusador, que en realidad se llama Paulo Roberto Hernández (68 años, jubilado, expenitenciario), pues varios vecinos quisieron hacer justicia por sus propias manos.

Lo salvó la Policía y, ya ante un juez, intentó un argumento increíble: admitió que se había cruzado con la chica cuando pasó una camioneta a toda velocidad y él le gritó "cuidado con la pintura" a ese chofer, que lo agredieron pero nunca le hizo nada.

Sin embargo un fiscal y un juez entendieron que las pruebas lo complicaban por el presunto delito de abuso sexual simple. Y llegó a juicio acusado de ese delito, pero excarcelado.

Ayer decidió junto a su defensora Carolina Correa, acordar un juicio abreviado con la fiscal Marcela Torres, en el que admite que manoseó a la joven y está dispuesto a recibir 1 año y 6 meses de condena, dijeron fuentes judiciales.

El juez de la Sala I de la Cámara Penal, Raúl José Iglesias, decidirá si acepta o no el planteo y, de ser así, qué pena aplicar al jubilado.