San Juan, 12 de septiembre.- Cuando María Laura Putelli relata los hechos se quiebra, llora. La situación parece insostenible y reina el miedo. Según esta mujer, una disputa económica entre hermanos tiene a dos familias al borde de lo peor. El martes, la joven denunció haber sido brutalmente golpeada por su cuñado, hasta terminar con el tabique roto.

La denuncia la radicó en la Comisaría 24ª, de Rawson, donde explicaron que este es el último episodio de una serie de denuncias cruzadas, que tiene involucrados a otros familiares.

“Ellos comenzaron una sociedad hace 20 años. El negocio, una bicicletería, lo empezó mi marido. Mi esposo es quien asoció a su hermano para darle una mano porque estaba en malas condiciones económicas”, comentó María Laura a DIARIO DE CUYO ONLINE. “Como las cosas iban bien, surgió la posibilidad de abrir también una agencia de quiniela. El tema es que la Caja de Acción Social exige la titularidad de una sola persona y como mi marido se quedaba todo el día en el taller arreglando las bicicletas, le dijo que la pusiera a nombre suyo (de su hermano) porque es quien iba a andar en la calle, a hacer todos los trámites”, agregó.

Según afirmó la mujer, “siempre trabajaron a la par, pero nunca se percataron de hacer un papel por atrás que verifique que los dos eran dueños por igual. Yo tengo infinidad de testigos de esto. No hay un papel que diga que mi esposo también era dueño, pero hay pruebas”.

Putelli dijo que los problemas comenzaron cuando su cuñado sufrió un accidente y su esposa se hizo cargo de la agencia. “Ahí mi marido se ocupó de la salud de su hermano, mientras la esposa comenzó a ver lo que ingresaba y decidió dejarlo sin nada”.

Con respecto a lo ocurrido el pasado martes, contó: “Lamentablemente compartimos terreno. Nosotros vivimos adelante y ellos atrás. Ese día llegué con mi hija en mi auto, abrí el portón y cuando lo estoy cerrando veo que llegan ellos. Me tiraron la camioneta encima y cuando me quise ir, la mujer agarró algo del suelo y me empezó a pegar en la cabeza. Mi cuñado me agarró a las piñas y me quebró el tabique”. “Estoy cansada, ya no se qué hacer. Algún día van a matar a alguien y ahí recién van a hacer algo. Esto está en manos de la Justicia. No pasa nada, todo queda en la nada. Me pegan, me agreden… ¿y mañana qué? ¿Me van a matar? Esperan que yo no esté muerta para tomar medidas, para reaccionar”, concluyó entre lágrimas.

Desde la Comisaría 24 dijeron que ”hay una evidente disputa familiar, con el agravante que todos viven en el mismo lugar, lo que agrava todo”.